Las asociaciones deben centrar su atención en esta esencia, creando una estructura para permitir que estos ejes funcionen y se mantengan en movimiento para que sean útiles realmente para el profesional y el entorno; y en el caso de los Colegios Profesionales tienen un deber añadido, representar las profesiones y regularlas. Esta explicación parece lejana pero se aplica en cualquier escenario personal. Por ejemplo, salimos con nuestros grupos de amigos porque cumplen unos requisitos que nos motivan a estar con ellos; o vamos a la reunión de vecinos porque nos afectan las decisiones que allí se toman. Sea por interés personal o económico, nos interesa formar parte de los grupos de nuestro entorno. Llevando este punto a lo profesional, las asociaciones deben contestar la gran pregunta: “¿De qué me sirve ser miembro de una entidad profesional?” Intentémoslo agrupar en 10 puntos; si no se cumplen algunos de ellos, difícilmente la entidad tendría una utilidad y una proyección en la actualidad.
1. Prestigio
Para muchos profesionales, permanecer en una entidad empresarial significa formar parte de un mayor proyecto común que aporta un valor añadido a su propia marca.
Debemos sentir que ser miembro de esa entidad me da una categoría diferente y me permite estar con una “élite” de mi sector.
2. Información
Para tener una buena proyección debo conocer mi entorno profesional. En una entidad que se dedica a ese entorno exclusivamente se entiende que sabrá dar esa información.
Dependerá entonces de nosotros saberla aprovechar.
3. Protección
Si necesito apoyo, ¿quién mejor que mi entidad de referencia, que es experta en ese sector, para asesorarme? La experiencia es un grado y a la hora de resolver problemas, las respuestas que ofrece una asociación empresarial resulta de lo más trascendente.
4. Ayudas
Muchas de las ayudas, becas y subvenciones de cada sector son canalizadas por las asociaciones empresariales. Formar parte de ellas es la mejor manera para estar al corriente y tener acceso a ellas.
5. Contactos
Un profesional necesita (aunque no sea consciente de ello) contactos de su sector y entorno para dar a conocer su negocio y hacerlo crecer.
6. Internacionalización
Dar el paso fuera de nuestras fronteras es un reto motivador, pero a la vez con dificultades y piedras en el camino, porque cada país y cada sector tiene sus características. Hay que conocer cómo funcionan los mercados y analizar tu intervención en ellos antes de dar el salto y las asociaciones profesionales nos pueden dar el asesoramiento que mejor se adapte a nuestras necesidades.
7. Acompañamiento
La entidad de ese sector debe poder acompañar a los profesionales de dicho sector para: iniciar un proyecto, potenciar uno existente, acelerarlo, instaurarlo o expansionarlo.
8. Trabajo
El mercado laboral es muy amplio pero disponer de una bolsa de trabajo propia de tu sector es un punto añadido importante.
9. Formación
La formación es básica para ser un profesional con las aptitudes que actualmente se requieren. Una entidad especializada en un sector podrá formarte de modo adecuado con cápsulas formativas, cursos, o formación reglada o universitaria.
10. Servicios y ventajas
Una asociación empresarial sabe de primera mano qué se necesita para la ejercer la profesión y sabe ofrecer servicios reales que acompañen a sus asociados o colegiados, pero con un valor añadido que no se disponga en ningún sitio que no sea en la entidad de referencia (esto requiere una negociación en detalle, por ello siempre es preferible pocos servicios aunque bien enfocados).
Cada entidad puede adaptar estos 10 motivos a su manera para beneficio de sus miembros, por ejemplo, algunos pueden ofrecer contactos, organizar networkings, otros talleres, medios online, organizar premios… O en el caso de ayudas algunos te pueden tramitar subvenciones o darte una beca propia.
En contra a lo dicho anteriormente, existe un factor que nos caracteriza a todos, y que en estos últimos años también se ha acentuado: la desconfianza humana, la indiferencia y la crítica inmediata.
Cuando nos plantean un tema, instintivamente provoca un “no” de inicio. En el caso de asociaciones y Colegios Profesionales la respuesta a esta posible desconfianza o reticencia, es obvia: “Sí, porque te interesa. Y además tienes una entidad que puede ayudarte en tu profesión; es más, esta es su labor”. Invierte 10 minutos en analizar si realmente te compensa o no formar parte de una entidad empresarial; porque además, y aunque parezca absurdo, tu futuro puede ser distinto y tener unas posibilidades diferentes por el hecho de estar en un entorno que propicie esas nuevas oportunidades.
Jordi Martí, gerente del Col·legi Oficial d'Agents Comercials de Barcelona y Coordinador de la Taula tècnica de La Intercol.legial
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